La Muerte, el Llanto, el Cementerio
La noche te cuenta secretos, y aprendes y ríes, con tus amigos en la «Casa de Tu Madre».
No fuiste a buscar esos secretos, pero las criaturas de la noche, vienen y te hacen revelaciones, porque las conquistaste con tu manera de ser; y aunque no haces parte de ella ni de sus criaturas, externamente, lograste hacer con que te parecieras a ellas; algunas te aceptan, otras, te miran a lo lejos, sin acercarse.
Te ríes y te diviertes, te sientes bien entre ellas, pues aunque sabes que no eres una de ellas, lograste parecerte a ellas; y aunque los que miren te vean igual, debes saber que no lo eres, que estás de pasaje en ese lugar; solamente estás allí para aprender.
Ese lugar de sombras es solamente para que desvendes sus secretos, y sigas tu camino; pues es a él a quien perteneces, al Camino, no a los lugares que recorres; nunca olvides eso.
La Noche, sus secretos y sus criaturas, no son tu lugar; tu lugar es el Camino, los senderos de la evolución, las vías que dan acceso a Mis dominios, las sendas que fueron preparadas para que puedas completar el viaje que te propusiste y que está por culminar en una enorme fiesta de reencuentros, Vida y renacimiento.
Eres libre dentro de las sombras, porque te pareces a sus criaturas, y desapareces en medio a ellas; no te escondes, pero eres solamente una más, para quien mira desde lejos.
Esas criaturas son jóvenes, mucho más que tu esencia, por eso estar con ellas te hace bien, te sientes como cuando lo eras; en su compañía vuelves al tiempo en que todo eran risas y complicidad.
Vuelves al tiempo de los grupos, quando aprendías y no necesitabas enseñar; al tiempo en el cual solo tenías la responsabilidad de escuchar, no de hablar.
Conoces las sombras como ninguna de ellas, por eso te sientes bien, puedes disfrutar de ellas sin ningún tipo de preocupación, porque sabes todo sobre ese lugar, porque ya lo viviste, ya estuviste ahí hace un largo tiempo.
Conoces sus fronteras, sus ríos de lágrimas, sus riesgos, sus peligros, su exterior y su interior; te es un mundo familiar, en el que la Noche, la Sombra, la Oscuridad, son tu Madre.
Volver a ese mundo, estar en él, es volver a los brazos amorosos de tu Madre, es ser un alma joven nuevamente, y aunque no olvidas tu tiempo real, ahora necesitas Ser nuevamente, necesitas experimentar ser la Hija de las Sombras.
Eso te hace feliz, es tu paraíso perdido, el lugar de donde saliste; uno de los lugares, porque cuando llegaste a él, venías de otros, donde no habías encontrado tu origen; estabas solamente creciendo hasta encontrarla.
Tu Madre, la Noche, las Sombras, te enseñaron y te vistieron con el conocimiento; el Conocimiento Negro, el Conocimiento de la oscuridad, para que te protejas y no te lastimes, cuando trabajas con lo concreto, con las energías vivas, que también crecen y se esparcen en la noche.
Pero ella, tu Madre, tiene otra hija, estuvo de parto, dio a luz, y esa pequeña criatura ilumina la noche y la tierra viva, y debe ser cuidada y protegida, pues aún no está pronta para ser expuesta.
Su existencia no te molesta, pues solo quieres estar al lado de la noche, permanecer en su lugar, en lo que un día fue tu hogar, y ayudar a cuidar esa pequeña criatura sombra-luz, para que no se lastime, para que crezca y un día, pueda salir e iluminar la oscuridad.
No buscaste estar allí, solamente esperas desvendar el enigma de la búsqueda, y esas criaturas, saben la respuesta a tus preguntas.
Ellas confían en ti y por eso te cuentan sus secretos, te cuentan la Verdad, su Verdad, que hace parte de tu origen, pues ellas son tu verdadera familia, que un día tuviste que abandonar; un día, cuando el sol se hizo en la noche, un día cuando te hiciste Luz.
Esa es tu familia, formada por las criaturas de las Sombras, esa es tu Sagrada Familia, y ellas te conocen por el Nombre de Elizabeth.
Por eso eres feliz allí, porque tienes muchos Nombres para llamar en la Noche Oscura.
Por eso cuando te sientes sola, como ahora, buscas la noche, para llamar las criaturas, porque conoces sus nombres, porque son tu familia en las Sombras, seres que te acompañan, que caminan contigo desde el Tiempo fuera de los Tiempos.
En ese lugar, caminas con la muerte, porque conoces su dualidad; tienes tus pies bañados por los ríos de lágrimas que fueron dejados en los cementerios, por aquellos que no comprenden la noche y su soledad, por aquellos que no conocen la muerte en las sombras.
Pero para ti, los sepulcros, las fosas, las lapides, son apenas una frontera entre los mundos; frontera en la que te gusta estar, sentarte y divertirte con las criaturas nocturnas, que aprenden en las historias escritas en las piedras, como evitar el olvido y engañar la muerte.
No todos tienen un nombre para llamar en la Noche Oscura, por eso tantos viven en la soledad, porque no aprendieron sobre las Sombras de la Noche.
Quien conoce esas criaturas no está solo, pues en el viaje entre las existencias, en la travesía entre la Vida y la muerte, la muerte y la Vida, entre el nacimiento y el renacimiento, solamente esos seres oscuros, solamente esos temidos seres pueden acompañarte.
Pero cuando no conoces sus nombres, debes vivir sola, morir sola, vivir en soledad y morir en soledad.
La ignorancia de la existencia de las criaturas oscuras, la ignorancia del Pueblo de la Noche, es la raíz del miedo de la muerte, y la creencia en la soledad y la separación.
La transición final, ocurre cuando la Luz no encuentra más espacio para Ser, estar en la materia, entonces la Vida se retira.
Pero aunque la Luz y sus seres se apagan temporalmente de la conciencia, el ser no queda solo, pues las criaturas nocturnas lo acompañan, de lejos si les teme, de la mano si las aceptas como parte de un proceso natural de Vida, y renacimiento.
El «Valle de las Sombras» es hermoso, si lo sabes mirar y admirar; pero es un privilegio que pocos alcanzan, aunque muchos lo atraviesan frecuentemente; pocos son los que perciben su belleza y la de sus criaturas.
Pocos son los que tienen el valor de mirar la apreciada historia que contiene cada lágrima vertida por la tristeza; pocos son los que tienen el coraje de bendecir, las huellas dejadas por el dolor de los que partieron.
Pocos son los que se aventuran a calzar la muerte, y caminar por los cementerios en la oscuridad de la noche, llamando las sombras y haciendo de ellas sus compañeras; porque pocos son los que tienen un nombre para llamar en la Noche Oscura.
Elizabeth, tu Sagrada Familia, las criaturas, tus hermanos, tu llanto, tus cementerios, no son más que el recuerdo de tu juventud, de tu alma de niña, de tus memorias más queridas.
Querida y dulce amiga: acá si que me perdí; Elizabeth sos vos cuando eras más chica?>O es una metáfora sobre nuestra infancia o juventud? perdoname que no entendí mucho.>Te mando un sinfín de besos…
Debora, eso decía mi madre que no había que temer a las sombras sino acostumbrarse a ellas, porque allí habitan seres que pueden llevarnos de la mano para que no tengamos miedo 🙂>Lindo post, me gustó mucho como todo lo que escribes…>Un abrazo para tí
Oye amiga, me acabas de confundir gravemente. Todo esto se parece mucho a lo que me contaba Lucien Rosenheim (el amigo vampiro del que te hable).>>O sea que, o tu tambien tienes un amigo de la NLV, o tal ves seas parte ella.>>En todo caso, excelente articulo, no se a que te referias exactamente, pero esto lo debe ver alguien mas.
Raizen,>Tus palabras confirman mi percepción sobre ti; y como se lo dije a Aristi, aunque ninguna de nosotros pertenece al Camino Bueno de las Sombras, entendemos y aceptamso que él existe como parte natural del proceso de la Vida.>Me anima el hecho de que lo hays entendido tan bien.>Besos!
Aristi,>No se lo que es NLV, y no pertenezco a nada que haya sido creado por los hombres,sino al Camino, que es el Norte de mis existencias.>Este post es realmente un homenaje a una gran amiga, que tampoco pertenece a nada como lo anteriormente mencinado.>Lo que ocurre es que ella percibe las Sombras y sus criaturas de una forma inigualable, mucho más allá de la percepción de qualquier mortal.>Lo que escribi, la describe de una forma poetica, porque ella es un ser maravillosamente ilumindado y muy especial.>Espero que comprendas el mensaje intrínseco de mis palabras.>Yo entiendo y conozco ese mundo, en el cual ella se siente tan a gusto, pero no me siento asi en él.>Pues es necesario haber pertenecido a él de alma, para saborearlo tan intensamente de la forma como ella lo hace.>Besos!
Adolfo,>Como lo dije en las otras respuestas a los comentarios de los amigos, no se trata de mi, sino de una gran amiga, a la que las criaturas de las sombras llaman Elizabeth.>Y la respuesta a tus preguntas, Raizen tuvo la gentileza de darla de una forma muy clara.>Espero que ahora puedas entender lo que escribí.>Besos!