Clarividencia con Vela y Espejo Mágico
Esta experiencia consiste en observar un espejo, tornado mágico, en estado meditativo, pasivo y de extrema receptividad.
El Objeto-suporte tiene la propiedad de captar las vibraciones que provienen, del «plano» que los practicantes del esoterismo definen como «astral».
Es necesario un espejo que nunca haya sido usado antes; en la Luna Nueva, dos días antes de la Luna Llena, es ideal para consagrarlo.
El mejor día es el miércoles, día de Mercurio, presidido por el Arcángel Rafael; para consagrarlo, en un plato hondo con agua, procure «dibujar» una cruz de brazos iguales con sal marino y pronuncie el siguiente conjuro:
«En Nombre de los Arcángeles de los Planetas, Miguel, Gabriel, Sachiel, Anael, Cassiel, Uriel, Asariel, y Azrael, Yo ( decir su nombre mágico) bendigo, santifico, purifico y hago la aspersión psíquica con esta agua, por el trabajo mágico que realizo»
Sobre el agua, con la mano derecha, trace una cruz de brazos iguales, conciente de bendecirla mágicamente; moje un paño limpio en el agua y limpie el espejo, con cuidado y mucha atención, siempre con plena conciencia del acto mágico que está ejecutando; por último, séquelo con cuidado; ahora el espejo está pronto para la videncia.
Ritual de Consagración
Colocar en el Altar:
-A Oeste, el quemador de incienso, óleo para untar la vela, y el puñal mágico o atame.
-Al Este, un candelabro
-Al Norte, el Espejo mágico
-Al Sur, una vela de ofrenda o de altar, de color lunar, o blanca, para simbolizar tanto el número uno, como la iluminación del espíritu, direccionado para las esferas del Cosmos.
Después de untar la vela, con el óleo, mientras mentaliza su propósito, encenderla y decir el conjuro de protección:
«Arcángeles Miguel, Gabriel, Samael, Rafael, Sachiel, Anael, Cassiel, Uriel, Asariel y Asrael, protejan este lugar y mi persona, de todas las influencias maléficas, que puedan existir en las otras esferas, de los fantasmas y de todo ser de mala índole».
Hagan que mis esfuerzos fructifiquen. Señores del Universo, por sus Gracias y sus Virtudes, ayúdenme a llevar mi magia, más allá del Sol».
Coloque el espejo delante de sus ojos, de modo a poder observar en él, sin esfuerzo, su rostro.
Coloque la vela encendida en el candelabro, y colóquela entre usted y el espejo; hágalo de forma que nada se refleje en él.
Relájese, cierre los ojos, después ábralos y mire para «dentro» y «más allá» del espejo, como si estuviera viendo en la oscuridad, para dentro de un «agujero negro».
A partir de este momento, procure percibir, siempre en el espejo, pero también en el cuarto donde está actuando, la imagen y la presencia de otro «ser», que naturalmente no lo asustará: la «presencia» significa, que está colocándose en contacto con su «doble» (duplo etérico) o espíritu guía, o Ángel de la Guardia.
Al iniciar estas experiencias, no prolongue demasiado la sesión y no pida nada imposible; conténtese en observar «algo» indefinido en el espejo.
Cuando tenga mas práctica podrá estar mas tiempo en esta «contemplación», y buscar cosas de su interés.