¿ Quiénes son ellos?
a) Son los que instruyen y orientan la Humanidad.
b) Son mariposas porque vuelan al infinito.
c) Son… los que se sientan con el Maestro.
«Yo Soy el que todo lo sabe, el que todo lo escribe; Yo Soy… la Mano que escribe todas las Historias por detrás de las historias.»
Acontecimientos que se repiten, buscando un lugar, un significado en tu vida; se repiten una y otra vez hasta que entiendas, hasta que comprendas, como una lección que el maestro da a sus alumnos, hasta que aprendan lo que quiere decir, enseñar.
Sentarse con el maestro es eso, es buscar el lugar y el significado de los acontecimientos, aprendiendo con ellos aquello que no entendemos.
En realidad, no importa el lugar, pues lo fundamental es el significado; porque puedes usar el mismo entendimiento, la misma comprensión para muchos lugares diferentes, para muchos espacios que esperan ser colmados con esos acontecimientos, que hacen de tu existencia una línea fluida plena de conexiones.
Y así como las nubes hacen la conexión entre la lluvia y el sol, puedes aprender, descubrir otras conexiones en tu vida, que le den el sentido del aprender, del preguntar y encontrar la respuesta; pues cuando surge un interrogante en tu mente, solo tienes que mirar a tu alrededor, y tu corazón te mostrará la respuesta en algo que está ocurriendo delante de tus ojos.
«Sentarse con el maestro, es oír los sonidos del Universo, en una lección eterna e infinita como la Vida misma.»
Hay muchos maestros, para que todos puedan aprender, y están tan cerca de todos, que muchos ni siquiera los perciben como tales; pues si te das el trabajo de mirar simplemente, verás que todo es una fuente de aprendizaje, de información que puedes procesar en cualquier parte donde te encuentres.
La manera más simple de aprender es la más divertida, y siempre fue así, pues los maestros más dinámicos son aquellos que más alumnos tienen, son los que más cautivan la atención de todos.
Siendo así, el maestro más dinámico que puedes encontrar, son las señales en el camino; solo tienes que prestar atención a tu alrededor y sobreponerlo a lo que estás pensando en ese momento; basta que hagas eso y encontrarás fácilmente la conexión entre tus pensamientos, entre el problema que estabas intentando solucionar, o la afirmativa que estabas haciendo y lo que viste en ese preciso instante.
Puede ser un letrero, un perro jugando, una hoja que cayó de un árbol, puede ser cualquier cosa, solo tienes que interpretar ese acontecimiento que llamó tu atención como una señal, una información, que te servirá si sabes usarla.
Esas señales también llegan en las palabras de alguien con quien te encuentras, alguien conocido, o alguien desconocido que te pide una información o te grita algo cuando pasas; o puede ser algo que dijeron en la radio en el preciso instante que pensabas en alguna cosa importante para ti.
Todas esas personas aún sin saberlo te trajeron un mensaje que se relaciona contigo, aunque aparentemente no es así; esas son las señales más importantes, y debes aprender a establecer la conexión entre sus palabras y lo que estabas pensando en el momento en que interrumpieron tu línea mental.
Experiméntalo, juega de interpretar las señales y verás cuán divertidos son estos maestros, y cuantas cosas puedes entender, aprender y saber de antemano con ellos.
Si lo haces ocurrirán dos cosas, primero te sorprenderás con tus descubrimientos, y después una euforia se aposará de ti, al entender tan fácilmente la conexión con todo, con todos, con el Todo.
Te sentirás haciendo parte de este Universo hasta el final, pues estarás acompañado siempre, en donde estás, cuando estés, no necesitando nada más que tu disposición para conectarte e inmediatamente sabrás que hacer y de que forma hacerlo, pues ellas, las señales, los maestros naturales, te contarán lo que va a ocurrir antes de que llegue el momento, para que puedas evaluar tus posibilidades y cambiar tus directrices si se hace necesario.
Puedes inclusive salvarte de peligros inmediatos, de situaciones inminentes, con solo prestar atención a los Maestros del Camino.