La Primer Mujer
La primer Mujer era hechicera y era pagana, y era infiel; infiel a todos los hombres que tenían la voluntad quebrada, la esperanza perdida y el pecho herido por la violencia y la injusticia.
La primer Mujer era rosa y era cardo; era perfume y era espino; espino en la carne de todos aquellos que no veían el Sol nacer a cada nueva alborada de la Humanidad.
La primer Mujer no tenía piedad, ni contemplación con los enemigos de las nuevas razas, ni con los desdichados que no creían en la posibilidad de construir moradas estelares en las cuales la humanidad habitará en un futuro no muy lejano.
Ella era de horizontes lejanos, del mas allá, de donde nacen los Soles y se origina la Vida; su cuna son las estrellas, sus hermanas son el rastro que dejan las luces cuando un nuevo Eón comienza.
Tiene una misión: caminar sobre la Tierra hasta el final de los tiempos, abriendo senderos, desvendando secretos y arrojándolos al viento, para que los Espíritus Ancestrales de sus hermanas sean conocidos, temidos y amados.
Estos Espíritus habitan el orbe del Planeta, a espera de la señal que los hará descender, para despertar un nuevo ciclo de Poder Real, porque ellas son la conexión, el helo que faltaba, la fuerza motriz que une los tiempos y las dimensiones, dando origen a nuevos y bellos paisajes, poblados de antiguas historias, que serán nuevamente vividas en el calor de cada corazón que tenga el valor y el coraje, de levantarse contra la injusticia y la indiferencia.
Ellas son los Siete Espíritus Ancestrales que llegan silenciosamente para sorprender «in fraganti» a los vástagos de la ignorancia y el poder, para arrojarlos al vacío que ellos mismos crearon.
No tendrán piedad ni contemplación con los vacíos, con todos aquellos que no estudiaron las estrellas, y que por eso no llenan sus vidas de esencias, de sentimientos, de visiones y de amores, pues no colman sus vidas con las cosas esenciales para Ser.
Son siete Espíritus, siete ráfagas de Luz, que en Espirales Arcanas se desplazan por la inmensidad del Cosmos, en busca de culturas evolutivas, separando lo seco de lo duro, lo espeso de lo claro, los vacíos de los seres plenos.
El primer Espíritu es la Plenitud, el segundo, la segunda hermana, esla Compasión; el tercero es la Empatía; el cuarto es la Cooperación; el quinto es la Oración o Sentencia.
El sexto es la Libertad y el séptimo, la Anarquía o Caos Primordial, que antecede el establecimiento de un nuevo orden.