Espirales De Tiempo – Espacio
La filosofía, la ambigüedad, la dualidad del tiempo, son «n» vueltas, de la espiral tiempo espacio, que tendremos que recorrer hasta que alcancemos la comprensión, hasta que cambiemos nuestro tono vibratorio.
La muerte es un concepto que no tiene sentido de existir, ella es solamente una lenta desmaterialización para que podamos ir a otra dimensión; ella se hace presente en nuestras vidas porque creemos en el tiempo lineal.
Pero si al contrario aceptamos la curvatura del Universo en términos de tiempo-espacio, podremos desmaterializarnos a la velocidad de la luz, para viajar entre las dimensiones para aprender y abolir la «muerte» existencial.
La muerte es un concepto que fue creado para mantener el equilibrio de la conciencia, es una barrera que aporta seguridad a nuestro ego, de la misma forma como el corral impide que el bebé se lastime por la falta de conocimiento de su entorno.
Vivimos en la «Casa del Padre», habitamos en la unidad, pero no conocemos todas Sus «moradas», todas Sus «habitaciones», no tenemos capacidad conciente para movernos en ellas, pues nuestra capacidad está en potencial, esperando nuestro crecimiento, para que podamos desenvolverla y usarla.
En la «Casa del Padre», nuestra familia espiritual, nos cuida y nos protege, no alimenta, pero a veces en nuestra «conciencia = crisis de fe» nos rebelamos por no tener acceso a algo que deseamos, por no comprender (al igual que el bebé) que eso no es para nosotros, o que es peligroso para nuestra evolución, y por eso nos es negado.
La humanidad es todavía un bebé, se ilude, se engaña creyendo que es un adulto, única y totalmente preocupada con tener su libertad controlada sin imaginar los problemas que su «familia espiritual» enfrenta para mantener funcionando la estructura que la sostiene.
Nosotros «jugamos» de Universo, sin saber que estamos confinados en una pequeña parte de él, un corral que nos protege y del cual solo saldremos por la auto-conciencia, por el conocimiento; solamente saldremos de él por la integración a nuestra «familia espiritual» que amorosamente nos cuida y nos protege sin que necesitemos pedirles.
Somos sus hijos, sus descendientes, sus herederos y seremos como ellos, en el futuro o en un pasado distante, en un presente siempre eterno.
La estructura básica del Universo real es el círculo, la estructura básica del Universo conocido es el dos, la dualidad, la mujer.
Eso es lo que llamamos Karma: no vencer el concepto de la separación de nuestra Verdadera familia, de nuestras orígenes, no vencer el concepto del tiempo lineal.