La Ceremonia, y El Salto de la Escoba

El Compromiso es una ceremonia de noviazgo de la Brujería Antigua, en la cual las manos del novio, y de la novia se unen con un lazo consagrado, para significar que fueron unidos en matrimonio.

El ritual generalmente lo realiza, tanto la Alta Sacerdotisa como el Alto Sacerdote del Coven (si el casamiento no es legal) o por un ministro legalmente reconocido, se fuera preferida una unión legal.

Antes de casarse legalmente, muchos brujos y brujas prefieren vivir en una ley común de «intento» de casamiento, que puede ser disuelta por la Alta Sacerdotisa al final del año, si el marido o la esposa estuvieran insatisfechos, con el arreglo.

La tradición pagana de «Saltar la Escoba», en la cual el novio y la novia saltan juntos por encima del cabo de la escoba, es una antigua forma de ceremonia común de casamiento, practicada en ciertas regiones de Escocia, Dinamarca y China, y muy popular entre los gitanos.

El Salto de la Escoba se realiza al término del Ritual de Compromiso; la ceremonia de casamiento presentada a seguir, es un rito de comprometimiento, de conexión espiritual, no legal, que puede ser realizado por la Alta Sacerdotisa, o por el Alto Sacerdote del Coven.

Antes de la ceremonia, es extremamente importante que toda el área donde será realizado el compromiso sea consagrada con sal, agua y cualquier incienso purificador, como el de cedro, olíbano, salvia o sándalo.

Hacer un altar y colocar en él todo lo que será necesario para la ceremonia:

Dos velas blancas, un incensario, un plato con sal o tierra, una campanita de altar, de latón, una varilla de incienso, un cálice con agua, una taza con óleo de rosa para consagración, un cristal de quartzo, las alianzas de casamiento y dos cuerdas blancas.

Próximo al altar, coloque una escoba grande de paja, para ser usada en el tradicional Salto de la Escoba, al final del rito.

Trace un círculo en la dirección dextrógira, usando un puñal o la Espada Ceremonial, y después, de cada invitado haber sido bendecido con saludos e incienso, hacer sonar la campanita del altar para dar inicio a la ceremonia.

El novio y la novia deben entrar en el círculo de manos dadas; bendecidos con incienso y saludos, y deben colocarse de frente al oficiante, y del altar (Norte), mientras los invitados para el casamiento, estarán reunidos en torno del perímetro del círculo, dándose las manos para formar una corriente humana.

De frente para el novio y para la novia, el oficiante levanta sus manos para el Cielo y dice:

«En este Sagrado Circulo de Luz, nos reunimos en perfecto Amor y perfecta Verdad.
«Oh!, Diosa del Amor Divino, Yo (el oficiante)te pido que bendigas esta pareja, su Amor y su Casamiento, por el tiempo en el que vivan juntos en el Amor.

Que cada uno, pueda disfrutar de una vida con salud, llena de alegría, estabilidad y fertilidad».

El oficiante coloca el plato con sal o con tierra delante de ellos, para que los dos coloquen la mano derecha sobre el mismo, mientras dice:

«Bendecidos sean por el Antiguo y Místico Elemento Tierra; que la Diosa del Amor en toda su Gloria, los bendiga con Amor, Ternura, Felicidad y Compasión por el tiempo de vida de ambos».

El oficiante coloca el plato nuevamente en el Altar; la pareja debe volverse hacia el Este, mientras el oficiante suena la campanita tres veces y, entonces los envuelve con incienso y dice:

«Bendecidos sean por el humo y por la campana, símbolo del Antiguo y Místico Elemento Aire; que la Diosa del Amor en toda su Gloria, los bendiga con la Comunicación, Crecimiento Espiritual y Sabiduria, por el tiempo de vida de ambos.»

El oficiante, coloca nuevamente el incienso en el Altar, la pareja ahora deberá volverse para el Sur, y el oficiante entrega a cada uno, una vela blanca, la cual deberán sostener con la mano derecha.
El oficiante enciende ambas velas, toma el incienso del altar, y lo sujeta encima de los dos, mientras dice:

«Bendecidos sean por el Incienso y por la Llama, símbolos del Antiguo y Místico Elemento Fuego; que la Diosa del Amor en toda su Gloria, los bendiga con Armonia, Vitalidad, Criatividad y Pasión, por el tiempo de Vida de ambos»

Colocar nuevamente las velas y el incienso en el altar; la pareja deberá volverse entonces para el Oeste.

El oficiante toma el Cálice con agua, y salpica unas gotas sobre la cabeza de los novios, mientras dice:

«Bendecidos sean por el antiguo y Místico Elemento Agua; que la Diosa del Amor en toda su Gloria, los bendiga con Amistad, Intuición, Cariño y Comprensión, por el tiempo de Vida de ambos»

Colocar el Cálice con agua nuevamente en el Altar; la pareja, una vez más, deberá volverse para el Norte.
El oficiante unta la frente de los novios con el óleo de rosas y sujeta el cristal de quartzo sobre ellos, como símbolo sagrado del Reino Espiritual, y dice:

«Que la Diosa del Amor, en toda su Gloria, los bendiga con la Unión, Honestidad y Crecimiento Espiritual, por el tiempo de Vida de ambos.

Que el Dios y la Diosa interior de cada uno, los guíe en el Camino recto, y que la Magia de su amor continúe creciendo, por el tiempo en el que permanezcan juntos en el Amor, pues su Casamiento es una Unión Sagrada de los Aspectos Femeninos y Masculinos de la Divinidad».

El oficiante coloca el cristal nuevamente en el Altar, y consagra las alianzas de casamiento, con una pizca de sal y gotas de agua, mientras dice:

«Por la Sal y por el Agua, Yo purifico y limpio estos bellos símbolos del Amor.
Que todas las vibraciones negativas, impurezas y obstáculos sean alejados de aquí! Y que penetre todo lo que es positivo, tierno y bueno.
Bendecidas sean estas Alianzas, en el Nombre Divino de la Diosa. Asi Sea!»

El novio coloca la alianza en el dedo de la novia, y ella, por su vez, coloca la alianza en el dedo de él.

Ahora pueden intercambiar promesas, que habrán escrito con sus propias palabras, antes de la ceremonia.

Después de que la pareja haya hecho sus promesas de Amor, el oficiante consagra las cuerdas, de la misma forma como lo hizo con las alianzas, y entonces, sujetándolas de lado a lado, hace que el hombre y la mujer, sujeten una extremidad, y den un nudo, mientras expresan su amor, uno por el otro.

A seguir el oficiante, ata las cuerdas al medio y dice:

«Por los nudos en esta cuerda sea su Amor unido»

El oficiante toma la cuerda con los nudos, y ata juntas las manos del novio y de la novia, visualizando una Luz blanca de la energía de la Diosa, y de protección, circundando la pareja, mientras sus auras se unen en una sola, y todos los presentes emiten energía, cantando con alegría: Amor! Amor! Amor!

Después de haber centralizado el Poder, traído para los novios y para su casamiento, el oficiante permanece algunos minutos en silencio, y después, retira la cuerda de las manos de los dos, diciendo:

«Por el Poder de la Diosa y del Dios, Yo los declaro Marido y Mujer, por el tiempo de Vida de ambos; Así sea!»

Los invitados ahora pueden aclamar, aplaudir y felicitarse con los recién casados.

El Oficiante agradece a la Diosa y al Dios, y deshace el círculo; coloca la Escoba de Paja horizontalmente en el suelo, y hace que los novios salten por encima de ella, juntos y con las manos atadadas.

Termina así, el Ritual Pagano de Compromiso, que debe ser festejado por todos con vino consagrado y la torta de compromiso que tradicionalmente se parte con la Espada Ceremonial del Coven.

Fuente: «Wicca – A Feitiçaria Moderna» , de Gerina Dunwich