Las Alas del Alma
y la Música del Corazón
La música es el tiempo del alma, de las cosas antiguas, guardadas pero no olvidadas, es el tiempo del recuerdo del corazón, recuerdos que te llevan de vuelta a los mejores momentos, vividos en otras épocas, épocas de Amor y ternura.
Casi nunca nos damos la oportunidad de revivir esos tiempos lejanos, que vuelven para llevarnos a hermosos parajes, en los cuales alguna vez nos detuvimos a saborear la brisa del viento, en un cálido beso, lleno de Pasión y ternura por el otro.
Pues casi siempre vamos y venimos de la mano del olvido, dejando atrás las sensaciones y las emociones que despiertan en nosotros, reflejos dorados de misterios compartidos, antes de la separación final, antes de que lo mágico nos alcance y nos transporte a un eterno tiempo de antiguas almas y viejas memorias.
Eso es la música, misteriosos acordes de tratos hechos entre el tiempo del alma y el sonido del corazón, entre la luz y el aire, entre el ruido y el silencio.
Y en ese misterioso encanto, de poesías combinadas, el alma despliega sus alas, y se eleva en dirección al Amor, en dirección al otro, en dirección al acorde que los hará vibrar al unísono, en la melodía universal.
Ese misterio acordado, fue tratado, acordado entre los que comparten la sinfonía; sinfonía que se torna cósmica cuando dos recuerdan juntos el tiempo en que formaron el mismo soplo, el mismo aire que se origina en el Uno, generando otros instantes mágicos, que resuenan por todo el siempre.
Evocar el pasado a través de las melodías, es una prueba inequívoca de que el Ser, está sumergido en los tiempos que vendrán, pues poseen la capacidad de crear nuevas memorias, perfectos acordes, que serán la representación exacta de la armonía y el equilibrio de todos aquellos que viajan en las alas del Alma, en busca del verdadero Amor.
No busques el Amor en la música, ni esta en el Amor, porque uno es luz y la otra es tiempo, más bien procura sintonizar con el tiempo del Amor, y la música se tornará Luz que encenderá tu corazón, haciendo que ilumines tus senderos, por donde otros corazones podrán aproximarse y deslizar suavemente hacia ti, hacia sí mismos, hacia Mi.
Vive permanentemente el Amor, y baila Mi música, para que jamás tus pasos se detengan, para que jamás renuncies a la dicha de conocer tus alas, desplegarlas y hacer un vuelo solo, por los pentagramas del cielo, posando aquí y allá, dejando tus huellas, como marcas, señales en el Camino, para que otros puedan posar a tu lado, o seguir tu ritmo, formando el infinito sonido que puebla las inmensidades estelares, con las historias de los Grandes Amores.