El Mistério de la Vida
Esto es así, porque todavía no entiendes el lenguaje de los Ángeles, cuando eso ocurra, leerás en las estrellas todo lo que tu alma expresa:
Que las esencias no nacen, viven; Que las esencias no se conocen, se reencuentran;
Que ellas no aman, se donan;
Que la Vida no crea, se recrea; Que la Vida no pasa, ella es;
Que la Vida no se muestra, se expresa en nosotros.
Que la música no se inventa, se recuerda;
Que la música no termina, se prolonga en el Amor.
Que la música no nos eleva, ella siempre nos trasciende;
Que el misterio no esta en la esencia,
ni en la Vida, ni en la música,
el Misterio… somos nosotros.
Y el Misterio del Amor en nosotros, se torna eterno cuando amamos de forma incondicional, sin reservas, plenamente; porque el Amor no es cobarde, ni vergonzoso, ni pequeño.
Él siempre nos lleva a trascender nuestra condición humana, elevándonos al Cósmos.
Todo esto quisiera decirte, pero como lo escribí antes, aun no estas preparado, y muchas luces pasaran antes de que lo estés.
De todas formas no puedo menos que dejarlo registrado para el día que puedas ver a través de los ojos del otro, ese otro que desde siempre te ha esperado para contarte todo lo que tengo para decirte.
Para regalarte Mi Amor, entragando-Me a ti en un instante pleno de los tiempos y las dimensiones por donde andas tan displicentemente, apenas intuyendo Mi Amada Presencia, cuando el saber, el entender tu soledad te lleva por desolados Caminos, en busca de Mi compañía.
Y Me rozas, te aproximas y Me tocas, con suavidad y dulzura, como queriendo evitar que ese instante, termine en las playas de la desolación, donde has permanecido por demasiado tiempo.
Ya es hora de que te dejes llevar por el corazón, y coloques tu mente a su servicio, al servicio de la Diosa, jugando con Mis Sacerdotisas a Ser nuevamente el Ser que existe en ti y que clama por Mi compañía desde siempre por siempre, Amen.
No tengas miedo, Yo estaré contigo, y Ella también, tu amorosa Madre, la Madre de la Madre de tu Madre, la Sagrada Madre de todos los tiempos, la Diosa.
La Madre Tierra, origen de los Linajes Sagrados, para que puedas aventurarte por sus eternos dominios, sin los temores que persiguen a los hombres cuando sienten el miedo a lo desconocido, a lo nuevo, a lo arcano, cristalizado, pero mantenido vivo, hasta que uno de Sus guerreros, tome la decisión de Ser Uno con Ella, a través de una de las Sacerdotisas, que tan generosamente han dedicado sus vidas y su sangre a rescatar a estos Hombres Atiria, que vuelan por ahí, perdidos de su Origen Real.
Nunca podrás ser completo, a no ser que seas en Ella, a no ser que restaures tu conexión con las estrellas, para que puedas identificar la red de energías que cubre el planeta, y deslizarte por ella liviano y ligero como el peregrino de las estrellas que eres.
Recuerda tu lugar en el Cosmos, mantén presente tu lugar en el mundo terreno, pero no te involucres en él, o te sumergirás en las torrentes emocionales que arrastran los hombres a las profundidades insondables del desamor, la desdicha y la indiferencia.
Esta boga por ahí, como la moda de la estación, y todos hacen de cuenta que están bien, cuando en realidad no saben donde están, de donde vienen, y peor aun… no saben hacia donde van.
Pues la respuesta a estas interrogantes, no esta en el mundo físico, solamente puedes encontrarla estudiando las estrellas, o aprendiendo todo sobre ellas con las Sacerdotisas de la Gran Madre.
Tu eliges el como, solo, atravesando la Noche Oscura, o en compañía de una de Mis Mujeres -Luz; esos seres luminosos, que pueden mostrarte las riquezas que tengo guardadas para ti, a espera de una señal tuya, que me indique que estas pronto para recibirlas.
En este tiempo, en el que la Vida destruye los tiempos, tu alma es lo único que resta antes del amargo final que se aproxima; amargo para todos aquellos que no quisieron oír, amargo para todos aquellos que se tornaron indiferentes a la desesperación del otro, ese otro que comprendió todo el horror que trae la Noche Oscura, cuando cierra sus fauces sobre los desavisados peregrinos del camino.
Las luces se han ido apagando, una a una, y nadie o muy pocos parecen notarlo; la mayoría esta sumergido en su propio caos auto-criado, con la colaboración de los Vástagos de la Ignorancia y el Poder.
Los pocos que están involucrados concientemente en la evolución del planeta y la Humanidad, muchas veces han caído en las olas de la desesperación, al prevenir lo que vendrá, al intuir las tormentas que se acercan sin que lo puedan evitar o al menos encontrar oídos que les den la atención necesaria, sumándose así, a esos pocos que intentan evitar la catástrofe final.
Puedes ser uno de ellos, pero debes quererlo con todas las ansias de tu ser; para ello debes aprender sobre el Amor Incondicional, y eso solamente una Sacerdotisa del Amor puede enseñarte; si quieres, si lo deseas, si eso hace parte de tus anhelos, busca una de ellas y pídele Sophia, pregúntale por el Deseo y la Pasión por la Vida, y ella te enseñará todo lo que necesitas saber para tornarte un Peregrino del Altar Mayor, donde la Vida vierte sus ansias de que seas en el otro para que ella pueda Ser en ti.