La Mujer Pájaro

En el trabajo con las cuentas del Rosario de la Diosa, la bruja había percibido muchas cosas, y aunque todo necesitaba de una revisión y trabajo, las cuentas de color del bambú le mostraron que tenía una perspectiva equivocada de si misma y de los otros.

Decidió entonces llamar Alondra, la Mujer Pájaro, para que le explicara el porqué de esos dos inmensos y terribles errores.

No fue difícil encontrarla porque ella adoraba pasar horas y horas paseando por el bosque; esta vez estaba sentada en la parte donde vive el Fresno, su viejo y querido amigo, que alzaba sus bellas ramas para el azul del cielo.

Alondra era la encargada de transmitir a la bruja la visión de sí misma y de los otros; ahora que la bruja se encaminaba para donde estaba la bella Mujer Pájaro, comenzó a percibir que ella había adoptado la forma de ver de los árboles.
El problema es que ella no tenía ni la mitad de la sabiduría del Pueblo Verde y por eso, no que su visión estuviese distorsionada, no totalmente, pero estaba como mínimo incompleta.

– La Energizadora y la Preservadora, que dupla! Pensó la bruja.

Entre las dos estaban dejando a la bruja “a descubierto”, expuesta; con la Energizadora ya arreglaría las cosas después, pero con Alondra era necesario resolverlo enseguida, cuanto antes.

Cierta vez la bruja había oído los árboles contarle a Alondra que conocían a las personas por el tipo de energía que cada una emite; sin saber que la bruja había escuchado la charla, vino toda animada a contarle.

A la bruja le pareció muy bueno, pero no dio seguimiento al asunto…gran error de su parte…y ella que creía que con los años se había tornado “ácida” en su percepción de los otros, pero al parecer no era exactamente así!

Todo esto pasó rápidamente por la mente de la bruja, tanto que habría parecido un relámpago si alguien lo hubiese visto.

Al ser inquirida, perpleja con la actitud de la bruja, Alondra respondió:
– Yo percibo el todo de las personas, si me hubiera escuchado sobre las lecciones que el Gran Fresno me enseñó sabría. Lo que sucede es que siempre hay un tipo de energía que sobresale de todas las otras y que caracteriza cada persona; a veces con el tiempo cambia, pero con mucho tiempo.

Yo me enfoco en esa energía y es la que transmito a ti, bruja maestra.
– Tu visión es unilateral e incompleta Alondra!

– No me está escuchando bruja maestra; piense si no es mejor ver solamente la mejor parte de las personas y ayudarlas? La Energizadora concuerda conmigo, nos apoyamos para mejor servirla.

– Yo sabía, ustedes dos…
No las quiero juntas, ya bastantes cosas necesito arreglar con ella, pero tú Alondra…francamente, deberías haberme avisado que la percepción que me estabas pasando no era del todo exacta.

– Bruja maestra, no suportaría la carga de la percepción entera de cada persona, mal puede con la mejor parte que le muestro…

– Como???? Tu tarea no es juzgar si puedo o no, pues jamás comprenderás mi Poder por entero; cómo vamos a arreglar este desastre? Dime!

– Si no sabe, la Maestra de la Vida seguramente le dirá como…

– Y otra cosa: Porque la visión sobre mi es tan mala? Esa es la percepción que tienes de mi? Es esa la energía que yo transmito???
No puedo hablar con la Maestra de la Vida ahora, ella está ocupada con cosas más importantes!

– Que puede ser más importante que ayudarnos?

– Eso no te incumbe! Lo cierto es que estuve equivocada durante mucho tiempo, pero de ahora en más, me transmitirás exactamente la visión que     tengas, sea cual sea, completa y sin que falten. Me has entendido?

– Si! Así lo haré!

 

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