Una Guerra Sagrada – Parte 1

La Diosa Atena

9 de Octubre de 2003

Esos Tristes Ídolos
De Barro

El Verdadero Poder

Hubo una guerra, una Guerra Santa, la única liderada por el Verdadero Poder, el Poder de la Unidad, el único que puede y restaura el equilibrio, el Poder que emana de Mi, el Poder que destruye todo aquello que no sirve a la elevación de Akasha.

Largas y Oscuras Horas

El poder de los vástagos sufrió un golpe mortal esta noche, y ahora agoniza en la puerta de Mis Templos Luz, a los pies de Mis Sacerdotisas.

Fueron largas y oscuras horas, en las cuales el Mundo Astral estuvo sometido al confronto de las cuentas y todas dieron el resultado cero; se hicieron acuerdos, se tomaron medidas…

La Alianza de Europa será destruida en un baño de sangre, los Reyes marcharán con sus ejércitos sobre Roma, el único y verdadero enemigo, el que se asienta sobre los cadáveres de los que tienen hambre del Pan de la Vida. Altar Profano

Y Ella, observará satisfecha desde la cima de cada altar profano, como se derrumban todas y cada una de sus iglesias, viendo como se tornan polvo, nada más que polvo.
Y esos pobres y amargos ídolos de barro, volverán al Seno de la Madre Tierra, al lugar de donde nunca deberían haber salido.

El momento se aproxima, las decisiones fueron tomadas, el Apocalipsis no ocurrirá, pero nada impedirá el Glorioso Final de los Tiempos, ( no de tu tiempo, que es el Mío) pero si el tiempo de los profanos, aquellos que persiguieron e intentaron retrasar el mañana, el hoy, el ayer.

La Tierra, La Gran Madre

Aquellos que insanamente robaron de la Gran Madre secretos, a los que llamaron Alquimia, jugando con sus dorados ríos sagrados, inventando fórmulas, donde mezclaron la sangre de la madre con sus hijos legítimos.

Formulas para obtener un tiempo de incestuosas vanidades, que ahora, como una lluvia de ácidos recuerdos, trae las memorias seculares sobre ellos, arrancando sus falsas coronas, y con ellas las cabezas de aquellos vástagos del poder de la desesperación, y el odio que sembraron, por los siglos, de los siglos, Amén.

El Reino, el Corazón del Otro

El Reino será restablecido; y a partir de este momento, en todos los momentos, no habrá más fugas, todos serán responsabilizados por sus hermanos, y no por si mismos, pues no son nada desde adentro, no pueden ser lo que no son, soledades errantes en una tierra invadida y quebrada por la tristeza y la amargura.

Sólo pueden ser en sus hermanos, en esos que yacen adormecidos en los brazos de la Gran Diosa Madre, acunados por sus hermosas plegarias, perpetuando la Vida hasta que esté pronta para despertar.

Mujer - Luz

-¿Qué me dirás ahora?
-Yo no sabía… Me dirás.

Te contesto que no sabes porque no quisiste ver, porque no quisiste oír las plegarias de aquella a la cual deberías haber servido, aquella delante de la cual deberías haberte curvado, y de rodillas venerado.

Ella habita en tu compañera, en todos y cada uno de los seres a los que llamaste débil, los únicos seres que portaban el Emblema de María, de Eva, de la Mujer-Luz.

El Camino de regreso... a La Sabiduría

No quisiste ver la belleza de la sabiduría que carga, no quisiste oír las historias de Dragones, castillos y caballeros andantes que deseó contarte, para que con ellos aprendieras el camino de regreso a su regazo.

De regreso a Mis brazos y abrazos que multipliqué por millares a tu alrededor, pero que te negaste a recibir, pues estabas ocupado construyendo las murallas de los templos profanos.

Ahora que las murallas se resquebrajan, se hacen pedazo y vuelven al polvo, ¿qué harás?

El Sueño Eterno de los Olvidados

Buscas refugio y no lo encuentras, y no entiendes, pues nunca procuraste entender; ahora que el cielo y la tormenta amenazan devorarte, te arrodillas y clamas por Mi Misericordia, esa misma que no tuviste con tus hermanos adormecidos en el fango de tu desamor, de tu olvido, de tus negativas a oír sus pedidos por un rayo de tu sol, que iluminara y velara su eterno sueño.

¿Qué harás ahora, que ya no puedes esconderte de Mí?

Adán y Eva en El Paraiso

Hubo un tiempo en el que pensaste que podías; ese fue tu mal, pensar, pensar separado de Mi; no tenías que pensar, solo tenías que amar; pero…

Inventaste una historia sobre el engaño del cual tu compañera te hizo víctima, sin saber que yo habito en ella, y me acusaste por todas tus existencias de haberte dado el mayor de todos los regalos que jamás hubieras »pensado», pudieras recibir: el Amor que surge, que proviene y que se origina de la Vida misma, de Mi.


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2 Comentarios

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  1. Adolfo Calatayu
    Adolfo Calatayu en |

    Querida amiga: es una historia extraordinaria,pertenece a una serie de profecías? de todas formas está tan bien escrita…sos increíble.Un gran gran cariñotu amigo de siempre

  2. dnnara
    dnnara en |

    Adolfo, amigo queridoEsto es parte de mi 3° libro, «Esos Tristes Idolos de Barro», y fue escrito hace años, aunque sí parece estar muy relacionado con las profecias y los tiempos actuales.Besos!

Comentarios cerrados.